Una Casa que Replica las Funciones de un Árbol



El Arquitecto William McDonough, decano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Virginia (USA) entre 1994 y 1999, proyectó una vivienda "para el futuro" que integra el uso de energías eficientes y amigables con el medio ambiente.

Así es como la casa aprovecha la luz solar para generar energía, proporcionar hábitats naturales, capturar carbono y producir oxígeno. La casa acumula beneficios ambientales positivos en el tiempo. Cuando la vida útil de la casa se termina, sus materiales están diseñados para ser fácilmente desmontados y convertirse en nutrientes seguros para la industria humana y la biosfera.

Con el fin de lograr este propósito, se incorporaron nanotecnologías en el diseño, los que permiten manipular los materiales a una escala muy pequeña, logrando generar una mayor cantidad de resultados en favor de su funcionamiento sustentable. Éstas tecnologías son conceptuales, pero se están estudiando y desarrollando actualmente.

Sus cubiertas funcionarían como los vegetales, a través de una fina capa fotosintética que permitiría captar la luz del sol para generar electricidad y agua caliente. Esta capa se pensó como los actuales paneles solares pero entrelazados dentro del mismo material exterior de la casa. A diferencia de los paneles solares comunes - mayormente pegadas sobre una línea en el techo - aquí se entretejen en la parte exterior. Los paneles solares jamás vistos, especialmente aquellos que producen agua caliente, serán un gran avance desde la perspectiva estética, cuyo diseño es un problema en la actualidad para muchos propietarios. La superficie del inmueble es parecida a la de una hoja, pues se caracteriza por tener una capa fotosintética que capta la luz solar.

La función de las piezas antes mencionadas es calentar agua y generar electricidad para el hogar, además de crear oxígeno para la atmósfera, y de este modo compensar el carbono producido en otras áreas del inmueble. El diseño del techo es elegante y curvo con tejados generosos que da sombra y disminuye la carga de calor en verano y al mismo tiempo reduce el uso de aire acondicionado. La cubierta curva también aísla y entrega un jardín al aire libre.

Los muros o "corteza" de la "casa arbórea" sería de estructura delgada, con películas aislantes de autolimpieza y autosanación, "evitando así la necesidad de reemplazarlos después de años de exposición a los elementos", explicó el arquitecto. Algunas de estas tecnologías ya existen, como los vidrios de auto-limpieza, los que se recubren con un material especial que utiliza la luz solar ultravioleta para eliminar la suciedad orgánica, permitiendo que el agua de la lluvia se lleve los restos.

La estructura de la casa o "tronco" se compone de tubos de carbono, mientras que las "raíces" son un sistema de bombas de calor enterrado en el patio (subterráneo). Con este sistema se aprovecharía la temperatura relativamente constante del suelo para controlar el clima de la casa. Así habría calor en invierno, cuando la tierra está más caliente que el aire circundante, y frescura en verano, cuando la temperatura del suelo es inferior.

Cuando la vida útil de la casa termina, sus materiales están diseñados para ser fácilmente desmontados y reutilizados en otros proyectos, como un árbol que cae y se biodegrada en el suelo del bosque. Como dice su diseñador: "en esta casa, los materiales de construcción vuelven a la tierra".

Fuente: obrasweb.mx

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